Aída Avella_ La creación de la nueva Jurisdicción Agraria y Rural representa un paso histórico en el reconocimiento de los derechos del campesinado colombiano y en la reparación de una deuda que el Estado ha mantenido por décadas con la ruralidad. Es una muestra clara de la voluntad del Gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego de cumplir con los compromisos del Acuerdo Final de Paz y avanzar hacia una verdadera justicia social en el campo. Su puesta en marcha es fruto de la lucha del movimiento campesino y constituye una pieza fundamental dentro de las reformas que buscan dignificar la vida rural.

Sin embargo, aún falta un paso decisivo: la aprobación de la ley estatutaria que permitirá a los jueces agrarios resolver los conflictos sobre la tierra, como la delimitación, la formalización de la propiedad y el acceso equitativo al suelo. El Ministerio de Agricultura ya presentó un proyecto elaborado con amplia participación campesina y social, pero su trámite legislativo hoy se encuentra bloqueado.

Ante esta situación, surgen preguntas inevitables: ¿a quién le interesa frenar la Jurisdicción Agraria? ¿Por qué tantas trabas para avanzar en una iniciativa que beneficiaría a millones de familias rurales? ¿Por qué no se han declarado impedidos los partidos cuyos miembros enfrentan procesos por la apropiación indebida de bienes del Estado? El propio presidente Gustavo Petro ha denunciado las maniobras de sectores que buscan mantener en sus manos tierras baldías que pertenecen a la Nación. Según el mandatario, cerca del 30% del Congreso posee miles de hectáreas que no les corresponden.

 

Hacemos un llamado responsable a los miembros de la Cámara de Representantes: es momento de actuar con coherencia y de dar el debate con altura, pensando en el campo colombiano, en la reforma agraria y en la deuda histórica con quienes lo han sostenido con su trabajo. No más dilaciones. Este Congreso debe dejar atrás los intereses particulares y asumir su responsabilidad con la justicia social, con la tierra y con la paz de Colombia.