Prensa UP_ En un discurso emblemático, el presidente Gustavo Petro repasó los avances de su gobierno al cumplirse tres años en el poder. Con datos en mano, destacó la reducción de la inflación del 13% al 4.82%, la caída en la mortalidad infantil y el aumento histórico del crédito agrario. «Recibimos un país con hambre y hoy los precios de los alimentos crecen por debajo de la inflación», afirmó, contrastando su gestión con la de gobiernos anteriores que, según él, explotaron al campesinado.
Petro no eludió la reflexión histórica. Recordó los años del paramilitarismo incrustado en el Estado y celebró que hoy el Congreso no debata «sobre si Mancuso dictaba leyes». Sus palabras resonaron como un llamado a no olvidar el pasado violento: «Nos perdonamos, pero no repetiremos esos crímenes». Este tono reconciliador, pero firme, marcó gran parte de su intervención, donde defendió su modelo de democracia participativa.
Ya estamos en la instalación de la última legislatura del período del Congreso de Colombia.
El pueblo manda!#20DeJulioConDignidad pic.twitter.com/pZiMd3JvuZ— Aída Avella (@AidaAvellaE) July 20, 2025
La reforma agraria fue otro eje central. El mandatario detalló la gestión de 600.000 hectáreas para campesinos, muchas recuperadas de narcotraficantes, y recordó que su gobierno ha comprado más tierra que en los dos gobiernos anteriores juntos. «Les dimos tractor, no azadón; tierra, no plomo», dijo, en un guiño a su promesa de transformar el campo. Las exportaciones agropecuarias récord (13.9% más en 2024) respaldan su discurso.
No faltó la crítica a los medios tradicionales. Petro denunció la «burbuja de la mentira» de cierta prensa que, según él, ignora los logros y solo difama. «Ahora hay miles de voces en redes que rompen ese cerco», afirmó, defendiendo la democratización de la información. Esta postura refleja su batalla cultural contra lo que considera élites mediáticas alineadas con intereses oscuros.
El presidente también hizo hincapié en la justicia social. Subrayó que su gobierno elevó salarios para reactivar el consumo sin explotar trabajadores, y destacó la caída en muertes por desnutrición infantil: «2.504 casos duelen, pero son menos que los 4.157 de 2022». Para Petro, estos números prueban que su modelo económico prioriza la vida sobre el lucro.
Sin embargo, el discurso omitió desafíos clave como la polarización política o la lentitud en reformas estructurales. Tampoco mencionó tensiones con sectores progresistas que esperaban cambios más rápidos. Pero su relato se centró en consolidar la imagen de un gobierno que, pese a obstáculos, avanza en su «potencia mundial de la vida».
El cierre fue una reivindicación de su proyecto: «Este Congreso ya debate los problemas del pueblo, no el crimen. Eso sí es democracia». Petro selló así un mensaje claro: su administración representa un punto de quiebre frente a un pasado de violencia y desigualdad. Con retórica incisiva y datos concretos, el mandatario dejó en claro que, más allá de controversias, su apuesta por transformar Colombia sigue en pie.
21/7/25