Prensa UP_ A junio de 2025, el sector arrocero en Colombia enfrenta una crisis marcada por una sobreoferta histórica, con inventarios de 534.000 toneladas de arroz blanco, un 57% por encima del promedio de la última década. Esta situación ha provocado una drástica caída en el precio del arroz paddy verde (materia prima), afectando directamente a los productores, quienes no logran cubrir sus costos de producción. Además, mientras el precio del arroz blanco solo ha disminuido un 4%, la disparidad en la cadena de valor sugiere una distorsión del mercado, agravada por la alta concentración del sector molinero, donde cinco empresas controlan cerca del 40% del mercado.

Contrabando y tensiones políticas
Aunque las importaciones de arroz se redujeron un 76% en 2025, el contrabando desde Ecuador sigue siendo un problema latente que presiona los precios locales. Esta situación, sumada a la falta de equidad en la distribución de ganancias entre productores y molinos, ha desencadenado protestas en regiones clave como Tolima, Huila, Meta y Casanare. Los agricultores exigen medidas urgentes ante el incumplimiento de acuerdos previos y la asfixia financiera causada por los bajos precios.

Medidas del gobierno: subsidios y regulación de precios
El Ministerio de Agricultura ha respondido con varias iniciativas, como la Resolución 084, que destina 22.000 millones de pesos en apoyos directos a pequeños y medianos productores, aunque los pagos aún no se materializan. También se implementó la **Resolución 085**, que establece un precio mínimo para el arroz paddy verde, con incrementos de hasta 150.800 pesos por tonelada en los Llanos. Además, se lanzó el **FAI Arroz**, un fondo de 7.000 millones para subsidiar insumos, y se activaron instrumentos financieros por 43.000 millones dirigidos a comercialización y gestión de riesgos.

Para reducir inventarios, el gobierno promueve la maquila de 200.000 toneladas de arroz en molinos pequeños y medianos, junto con compras públicas locales bajo la Ley 2046. Asimismo, se impulsa un proyecto piloto de rotación de cultivos con soya en 150 parcelas de Tolima, Huila y Meta, con una inversión de 1.800 millones de pesos. Estas medidas buscan aliviar la presión inmediata y diversificar la producción. A nivel diplomático, se han solicitado salvaguardias comerciales y se trabaja en una marca colectiva, «100% arroz colombiano», para fortalecer la competitividad.

Pese a las acciones anunciadas, persisten desafíos como la lentitud en la ejecución de recursos, la necesidad de combatir el contrabando y la urgencia de equilibrar el poder en la cadena de valor. El gobierno plantea un acuerdo nacional arrocero para articular soluciones estructurales, pero su éxito dependerá de la coordinación con gremios y productores. Mientras tanto, las movilizaciones sociales reflejan la profundidad de una crisis que exige respuestas efectivas para evitar el colapso de miles de familias dependientes de este cultivo.

14/7/25