PrensaUP
En su más reciente consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro expuso lo que denominó una «estrategia de asfixia financiera» ejecutada por el gobierno anterior, dejando al descubierto irregularidades que hoy limitan la capacidad económica del Estado. Según el mandatario, decisiones tomadas durante el gobierno de Iván Duque, con el visto bueno del uribismo, generaron un déficit oculto que ahora recae sobre la administración actual.
Uno de los casos más graves es el pago de 36 billones de pesos a Ecopetrol en 2023 por subsidios a combustibles, el cual no fue registrado en las cuentas nacionales. «Ese dinero no aparece en ningún informe, como si se hubiera evaporado», denunció Petro. El presidente aseguró que funcionarios de mandos medios, alineados con la oposición, omitieron deliberadamente esta información para debilitar financieramente al nuevo gobierno.
La situación se complicó aún más con un decreto que permitió adelantar recaudos tributarios de 2024, inflando artificialmente las cifras de 2023. «Nos hicieron creer que ese año hubo una gran recaudación, cuando en realidad esos fondos se usaron para cubrir una deuda heredada de 75 billones de pesos», explicó Petro. Este manejo contable, según el mandatario, distorsionó la realidad fiscal y contribuyó al bajo crecimiento económico (0,7 %) del año pasado.
El déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) alcanzó los 76 billones de pesos, casi igual al presupuesto anual de educación. Petro criticó la decisión del entonces ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, de pagar la deuda con Ecopetrol de un solo golpe, en lugar de hacerlo de manera programada. «Fue un error que desequilibró las finanzas públicas y, para colmo, quedó fuera de los registros oficiales», sostuvo.
El presidente también señaló que, de haberse contabilizado correctamente esos 36 billone, el actual gobierno tendría más margen para financiar programas sociales. «Mientras los subsidios a la gasolina beneficiaron a los más ricos, hoy el pueblo carga con las consecuencias de ese hueco fiscal», afirmó. Además, destacó que el pago acelerado de un préstamo con el FMI (5.600 millones de dólares) pactado en pandemia agravó la situación, reduciendo la capacidad de inversión pública.
Al cierre del consejo, Petro pidió al nuevo ministro de Hacienda, Germán Ávila, que rectifique los registros ante las calificadoras de riesgo para que la deuda quede plasmada en las cuentas nacionales. «No podemos permitir que se escondan estas irregularidades; el país merece transparencia», reiteró. El mandatario insistió en que solo reconociendo el verdadero estado de las finanzas públicas se podrá corregir el rumbo y garantizar los recursos necesarios para el desarrollo social.