Claves para entender la Consulta Popular propuesta por el Gobierno del cambio, para devolver los derechos laborales a los trabajadores y trabajadoras de Colombia
Prensa UP- La democracia no se reduce a elegir gobernantes cada cierto tiempo. Cuando los gobiernos incumplen su deber de garantizar derechos fundamentales, surge una pregunta inevitable: ¿realmente vivimos en un sistema democrático sólido? La Constitución de 1991 ya planteaba una solución: las consultas populares, un mecanismo para superar el clientelismo y la corrupción, permitiendo que el pueblo decida directamente sobre asuntos cruciales.
¿cómo funcionan las consultas populares?
La Constitución (artículo 104) establece que el presidente, con el aval del Senado, puede someter a consulta decisiones de trascendencia nacional, cuyos resultados son vinculantes. La Ley 134 de 1994 reglamenta este proceso, exigiendo que la pregunta sea clara y se responda con un simple «Sí» o «No». Sin embargo, aquí surge una tensión: ¿debe el Senado tener el poder de bloquear una consulta, incluso cuando está en juego la materialización de derechos sociales?
Los límites del control previo: ¿quién decide realmente?
La Corte Constitucional ha aclarado que las consultas populares generan normas jurídicas y, por tanto, están sujetas a su revisión. Pero el control previo del Senado no debería convertirse en un veto político. Su función es verificar el cumplimiento de requisitos formales, no evaluar el fondo de la pregunta. Si el Senado se arroga la potestad de rechazar consultas por discrepancias ideológicas, estaría desvirtuando el espíritu participativo de la Constitución.
Democracia participativa vs. obstrucción política
El verdadero debate no es solo jurídico, sino político. Cuando un órgano como el Senado, que ya ha demostrado su oposición a ciertas reformas, puede impedir que el pueblo se pronuncie, la democracia se debilita. Las consultas populares son una herramienta clave para evitar que las élites decidan por encima de la ciudadanía. ¿O acaso el pueblo no tiene derecho a dirimir cuestiones que afectan su futuro?
La movilización social: clave para hacer realidad la Constitución
La Constitución no es solo un texto, sino un proyecto de país. Para que sus principios no queden en el papel, es necesaria la presión ciudadana. Si las instituciones obstaculizan la participación, corresponde al pueblo organizado exigir que su voz sea escuchada. Las consultas populares no son un simple trámite, sino un paso hacia una democracia real, donde las decisiones trascendentales no las tomen unos pocos, sino la mayoría.