PrensaUP– La senadora Aída Avella, del Pacto Histórico, fue designada como una de las ponentes de la reforma laboral, que regresó al debate en la plenaria del Congreso el pasado martes. Su nombramiento representa garantía en los principios de cambio en el mundo laboral, dada su trayectoria en la defensa de los derechos de los trabajadores. El proyecto, una de las prioridades del gobierno, enfrenta un escenario complejo, donde su papel será clave para mediar entre las distintas fuerzas políticas.
La lista de ponentes incluye representantes de todos los partidos con presencia en la Comisión Cuarta, que, aunque tradicionalmente se ocupa de temas económicos, fue señalada por el presidente del Congreso como la instancia decisiva para el futuro de los derechos laborales. Este espacio será determinante para definir el rumbo de la reforma, en medio de un intenso pulso entre el gobierno, la oposición y los gremios empresariales. La ruta parlamentaria de la reforma laboral se inicia este 19 de mayo con una audiencia pública que se llevara a cabo en el congreso y pretende escuchar a los sectores interesados en la reforma.
Los votos en la Comisión no están decantados pero su conformación puede darnos una pista que muestra una división: el Partido Verde cuenta con el voto de Angélica Lozano, mientras que el Partido Conservador, con dos curules, ha anunciado su rechazo y la bancada liberal con Laura Fortichs, Claudia Perez y Jhon Roldan este último coordinador ponente. Por su parte, Cambio Radical, con los senadores Abraham Jiménez y Carlos Mario Farelo, mantiene una posición incierta. En el Partido de la U, John Besaile y el coordinador de la iniciativa, Juan Felipe Lemus, tendrán influencia en la decisión final. El Centro Democrático, con Enrique Cabrales y Carlos Meisel, se perfila como opositor. Además, los senadores Richard Farfán (AICO) y Paulino Riascos (ADA) no han definido su postura, lo que los convierte en dos votos clave que el gobierno deberá conquistar para asegurar el trámite.
El Ejecutivo confía en que el Ministerio del Interior logre persuadir al Partido de la U y a otros indecisos para avanzar en el debate de plenaria al menos una semana antes del cierre legislativo. Sin embargo, la falta de consensos claros y la resistencia de varios sectores podrían complicar su aprobación. La reforma es una de las apuestas centrales del gobierno, pero su destino dependerá de la capacidad de negociación en un Congreso con una deuda con la opinión publica y la clase obrera.
Mientras tanto, Aída Avella, ponente de la iniciativa trabaja en un informe que busque equilibrar las demandas de los trabajadores con las preocupaciones manifestadas por sectores productivos. Los próximos días serán decisivos, no solo para el futuro de la reforma laboral, sino también para el balance político de la agenda legislativa en lo que resta del año al gobierno Petro.