El presidente Gustavo Petro, desde su cuenta en la red social X, se refirió públicamente a los audios revelados por el diario El País de España, en los que el excanciller Álvaro Leyva conspiraba contra su gobierno. En un contundente mensaje, el mandatario calificó las acciones de Leyva como «bárbaras y canallas», asegurando que fueron motivadas por resentimiento tras ser sancionado por la Procuraduría y no acceder a sus peticiones familiares.
Petro señaló que Leyva, a quien designó canciller «sin cálculo político», ocultó sus verdaderas intenciones. Reveló que el exfuncionario buscó influir en nombramientos, como el de su hijo en cargos diplomáticos, algo que el presidente rechazó al considerar que «la democracia no es hereditaria». Además, lo vinculó con irregularidades en la licitación de pasaportes, ordenada suspender por presuntas trampas, y cuestionó la presencia constante de su hijo en giras oficiales, comparándolo con un «lobbista».
El mandatario vinculó el comportamiento de Leyva con lo que denominó «la doble moral de la oligarquía», un sector que, según él, históricamente ha usado «la traición, el asesinato y la mentira» para mantener privilegios. «Han empobrecido al pueblo acabando con la educación pública y ocultando a líderes que los desafían», afirmó, en alusión a presidentes indígenas o negros borrados de la historia oficial.
Sobre el proceso de paz con las FARC, Petro admitió que creyó en la vocación de Leyva, pero ahora duda: «Hoy, conociéndolo, pienso que buscaba cosas menos santas». Recordó que, aunque Leyva no apoyó la paz con el M-19 —movimiento del que Petro hizo parte—, sí se vinculó después a negociaciones con la guerrilla. Sin embargo, cuestionó sus motivaciones reales.
En un pasaje personal, el presidente relató cómo, durante una gira en Chile, se sintió incómodo por la presencia del hijo de Leyva en eventos oficiales, incluido un homenaje a Salvador Allende. «Lloré en La Moneda, pero él no estuvo ahí», dijo, rechazando las insinuaciones sobre su «comportamiento extraño». Aprovechó para recordar su visita a la casa de Neruda en Isla Negra, un momento íntimo que contrastó con la tensión política.
Petro cerró su intervención insistiendo en que, pese a las traiciones, mantendrá su apuesta por el acuerdo nacional y la paz. «La oligarquía los rompe, pero no claudicaremos», afirmó. El mensaje, mezcla de denuncia y reflexión histórica, marca el tono de lo que podría ser un nuevo frente de debate político en medio de los escándalos revelados.