Hernán Camacho Columnista UP.
Impunidad y micrófonos. La reciente entrevista realizada en la emisora La W Radio de Colombia, en su espacio de opinión con la periodista Catalina Suárez a la defensa del imputado Álvaro Uribe, es un ejemplo factico de cómo los medios de comunicación son utilizados como herramientas de influencia y presión contra autoridades judiciales.
Durante más de once minutos y en pleno horario de máxima audiencia, se permitió al abogado Jaime Granados exponer su versión del caso judicial de Álvaro Uribe, acusado de manipulación de testigos en proceso judicial.
En el contenido de la entrevista Granados no solo defendió a su cliente, sino que también cuestionó la legalidad del proceso judicial en curso, deslegitimando así los esfuerzos del poder judicial, jueces, fiscales y demás sujetos procesales.
La intervención de los periodistas Catalina y Julio, quienes elevaron la figura del abogado como máxima fuente de sabiduría jurídica, hizo parte de la maniobra para validar una narrativa a favor del imputado Uribe. Esta estrategia mediática demuestra una clara intención de ejercer presión sobre la justicia.
Este sesgo mediático en favor del expresidente Uribe revela una defensa de clase desde la gran prensa que actúa como un escudo protector o cobija de impunidad de los delitos de la derecha colombiana.
La pregunta que surge inevitablemente es cuándo se otorgará el mismo espacio y tiempo a las víctimas de este proceso en los medios de comunicación. La respuesta es: nunca. La verdad también es una disputa mediática y narrativa.