Jaime Cedano Roldán
Durante los días 7, 8 y 9 de noviembre se realizó en la ciudad de Bogotá el VIII Congreso nacional de la Unión Patriótica que tenía como objetivos analizar la situación política nacional e internacional, debatir sobre los retos del gobierno presidido por Gustavo Petro, del cual la UP hace parte, elegir una nueva dirección nacional y definir su postura frente al proyecto de construir en torno al Pacto Histórico una gran convergencia política y social que agrupe en un solo proyecto a todas las fuerzas interesadas en la continuidad, a partir de las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2026, del proyecto de grandes cambios sociales iniciados desde el 7 de agosto de 2022.
El VIII Congreso fue un evento de profundos debates y de férrea unidad, en medio de las diferencias. En forma unánime se eligió a la nueva Junta Patriótica Nacional que quedó integrada con una acertada representación de las regiones, movimientos sociales, diversidades, representantes políticas/os de elección popular, las coordinadoras de las víctimas del genocidio contra la UP y dirigentas y dirigentes de reconocida trayectoria y compromiso político.
El Congreso aprobó sentidas declaraciones de solidaridad antimperialista con las resistencias de los pueblos de Palestina, Cuba y Venezuela
El VIII Congreso aprobó ser parte del nuevo partido unitario, que en su momento propuso el presidente Gustavo Petro, con las consideraciones políticas esbozadas en la Declaración política, que contemplan:
“Que la base de la continuidad del Pacto Histórico debe ser la precisión y refrendación de un acuerdo programático que incorpore, además de los pilares que dieron origen al plan de gobierno y posterior plan nacional de desarrollo del Gobierno del Cambio, una formulación más elaborada y profunda de transformación democrática de la sociedad colombiana en coherencia con un nuevo poder. Resaltando el respeto por el derecho a la vida en toda su extensión; el compromiso con el Acuerdo Final y la construcción de la Paz Total; la construcción de una nueva democracia política y social donde se fortalezcan los territorios con directa participación popular; una respuesta social a la desigualdad, a la pobreza, al desempleo, a la precarización del trabajo, a los derechos inalienables de los ciudadanos y ciudadanas; la búsqueda de un desarrollo productivo que supere la economía parasitaria y especulativa con rasgos mafiosos, con miras a la industrialización del país y su desarrollo científico técnico; la transformación agraria hacia la construcción de mercado interno con soberanía alimentaria en cuyo centro está el campesinado; el fortalecimiento de lo público y la propiedad colectiva; la búsqueda incesante por fortalecer las diferentes formas de economía popular y solidaria mediante proyectos y compras públicas; y una proyección estructural y transversal de protección ecológica y del medio ambiente y conservación del agua.
Sobre el nuevo partido unitario el congreso señaló:
“Una forma de organización que respete e integre la pluralidad de expresiones y tradiciones organizativas, resistencias y luchas sociales y políticas del pueblo. Que evite la homogenización impuesta, el caudillismo y las prácticas clientelares y corruptas. Que reconozca los territorios, las causas y luchas populares y que esté abierta también a la participación de ciudadanos sin partido u organización. Por ende, con una estructura que garantice derechos y deberes, propios de una militancia con un proyecto colectivo de cambio. Un movimiento político capaz de trascender el campo electoral y asumirse también como fuerza dirigente de la nación colombiana, acompañando desde la base las conquistas democráticas que el pueblo proponga”.
Enfatizando qué:
“Se necesitan reglas claras en los procedimientos de elección democrática de órganos de dirección, gobierno y control a todos los niveles del movimiento, en particular la selección democrática, transparente y en equidad de las candidaturas oficiales a los diversos cargos de elección popular. Con estos criterios, y otros que se construyan colectivamente, estamos en disposición de participar de un acuerdo democrático que conduzca a que el Pacto Histórico se transforme en una organización unitaria respetando la diversidad”.
El VIII Congreso de la Unión Patriótica representa la continuidad de las mejores tradiciones de unidad programática de la izquierda colombiana en todos los tiempos.