Este miércoles, las Comisiones Económicas del Congreso de la República se reunieron para discutir la Ley de Financiamiento, una propuesta clave presentada por el Gobierno del Cambio. Este proyecto tiene como objetivo asegurar los recursos necesarios para cumplir con las obligaciones fiscales y presupuestarias del país en 2025. Sin embargo, el ausentismo de la oposición marcó la jornada, dejando en suspenso la aprobación de esta iniciativa crucial.

Con solo una semana restante del periodo legislativo, el Gobierno enfrenta un panorama incierto para consolidar los apoyos necesarios que permitan refinanciar el presupuesto nacional.

Un enfoque tributario con prioridades claras

La Ley de Financiamiento, presentada por el ministro de Hacienda, Diego Guevara, busca equilibrar la carga tributaria del país. Las medidas incluyen un aumento en los impuestos para grandes contribuyentes, como cadenas comerciales de gran escala (Éxito y Olímpica), y empresas digitales como Netflix y Disney, que hasta ahora han pagado tributos inferiores a su capacidad.

En contraste, la propuesta contempla alivios fiscales para pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de incentivar la productividad, proteger los empleos y estimular nuevas inversiones. Este enfoque busca dinamizar la economía desde su base, mientras que los sectores con mayores ingresos asumirían una proporción más justa de los tributos.

Ausentismo estratégico de la oposición
A pesar de la relevancia de este proyecto, las fuerzas de oposición, integradas por partidos como el Centro Democrático y Cambio Radical, decidieron no participar en el debate. Según Gildardo Silva, representante del Pacto Histórico, esta ausencia es parte de un «plan deliberado de sabotaje». Silva recordó que algo similar ocurrió con el Presupuesto Nacional, que fue rechazado por la oposición, obligando al Gobierno a decretarlo directamente el próximo 1 de enero de 2025.

Desde las bancadas oficialistas, las críticas no se hicieron esperar. Legisladores del Gobierno señalaron que la oposición, desde el inicio de la discusión, dejó clara su intención de obstruir cualquier iniciativa del presidente Gustavo Petro, incluso a costa de la estabilidad económica del país.

Un debate económico que refleja la polarización política

El bloqueo al proyecto no solo pone en jaque las finanzas públicas, sino que también evidencia la profundización de la polarización en el Congreso. Mientras el Gobierno insiste en la necesidad de aprobar la Ley de Financiamiento para garantizar un manejo fiscal responsable, la inasistencia de la oposición genera incertidumbre y desacuerdo en un momento crítico para la economía colombiana.

La parálisis legislativa no es solo un problema político; sus consecuencias impactan directamente la capacidad del Estado para gestionar los recursos y garantizar el desarrollo del país. Con el tiempo en contra, el Congreso tiene la responsabilidad de superar sus diferencias y priorizar los intereses de la nación.