Finaliza uno de los años más críticos que ha vivido la humanidad durante los últimos tiempos.

Aun así, desde la Dirección Nacional de la Unión Patriótica compartimos un mensaje de esperanza y de confianza en la fuerza e inteligencia colectiva de los pueblos, sus resistencias y sus luchas por otro mundo y otra Colombia posible.

Nuestro abrazo solidario a las familias y amigos de los más de 40 mil compatriotas, entre ellos varios dirigentes y militantes de nuestras causas y organizaciones,  que ya no nos acompañan. Reiteramos el llamado al auto cuidado, al compromiso individual y colectivo en defensa de la vida.

Nos necesitamos todas y todos, vivos, saludables y con las fuerzas disponibles para enfrentar los turbulentos tiempos de crisis y transiciones que vive la humanidad.

Superar la Pandemia de la desigualdad, la guerra y la antidemocracia exige derrotar el poder capitalista global y nacional cada vez más excluyente, agresivo y elitista.

Que la crisis la paguen ellos, las grandes corporaciones y familias de la élite, sus bancos, sus gobiernos autoritarios, la clase política corrupta, los ejércitos mercenarios e invasores que siguen explotando y acumulando riqueza, violentando a la naturaleza, la diversidad, el agua, y a millones de seres humanos, condenándolos a más pobreza, desempleo, hambre y enfermedades.

Que la crisis la paguen ellos,  y no el pueblo trabajador, en especial las mujeres, la juventud y  la niñez, que padecen de manera más cruel todas las iniquidades.

El protagonista principal de este proceso de cambio indispensable para la sobrevivencia de la especie y la civilización, desde nuestra perspectiva, no puede ser otro distinto, que los trabajadores y el pueblo.

¡Solo el pueblo salva el pueblo!.

De ahí la imperiosa necesidad de saber transformar el miedo en esperanza, la rabia en organización, y la crítica en propuestas viables y alternativas unitarias de nuevo poder.

No basta la indignación sin ideas, sin organización, sin unidad y sin lucha; los cambios por si solos no llegaran nunca, ni  son posibles.

Convocamos en estos días de encuentro familiar a la gran familia del pueblo trabajador, en el territorio nacional y el exterior, a reflexionar sobre la realidad y el futuro de Colombia. A defender los derechos a una vida digna para todas y todos.

A reclamar el derecho a la vida, la renta básica universal, la salud y la educación pública gratuita; el apoyo a la mediana y pequeña empresa,  al trabajo y el empleo digno. A defender los recursos naturales, el agua, las energías limpias y decir NO la destrucción de nuestros paramos y al fracking.

Convocamos especialmente a la juventud y su rebeldía a mantenerse firme en la defensa  del derecho a la democracia, las libertades, la paz y la solución política, la diversidad, y la equidad de género.

La UP reafirma el llamado unitario aprobado en el VII Congreso a favor de un Nuevo Gobierno Democrático de coalición, liderado por el o la candidata que democráticamente se defina en una consulta popular, para la cual respaldamos el nombre del compañero Gustavo Petro.

Así mismo, refrendamos el compromiso con la alianza programática y electoral Colombia Humana – Unión Patriótica, y con una gran convergencia social y política capaz de conformar listas de coalición en todo el país que puedan ser mayoría  y ayudar a transformar la composición del Congreso de la república.

A la Colombia humana, humilde, laboriosa, campesina, diversa, alegre y soñadora la abrazamos con el corazón y con el compromiso histórico de nuestro legado.

Bienvenido un nuevo año de luchas unitarias y victoriosas por la vida, la paz y la democracia. 

Comité Ejecutivo Nacional

Bogotá D.C, Diciembre 2020