Durante la instalación de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16) en Cali, el presidente Gustavo Petro subrayó la importancia de transformar la deuda de los países en desarrollo en acción climática. En su discurso, destacó que las economías más poderosas deben asumir una mayor responsabilidad en la lucha contra la crisis climática, al reducir las cargas financieras de los países más vulnerables.
Petro insistió en que el modelo económico global, basado en los combustibles fósiles, está llevando al planeta hacia el abismo. Hizo un llamado a cambiar la lógica de ganancias y codicia que domina las finanzas mundiales, afirmando que no se puede salvar la vida en el planeta mientras las tasas de interés y la acumulación de capital estén ligadas a la destrucción de los ecosistemas.
El presidente también destacó que las economías de Estados Unidos, China y Europa imponen una carga injusta sobre los países que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono a través de sus selvas y bosques. En ese sentido, propuso un nuevo enfoque en el que los países asuman un papel más activo en la preservación del medio ambiente mediante la descarbonización de la economía mundial y la adopción de soluciones que prioricen la vida por encima del lucro.
Con una visión crítica del neoliberalismo, Petro afirmó que la codicia ha roto el equilibrio del clima y está en camino de destruir la vida. Llamó a una «revolución mundial» centrada en la vida, que reemplace el enfoque actual del mercado libre, y enfatizó la urgencia de un cambio profundo en el sistema financiero internacional para combatir eficazmente la crisis climática.