La capital del departamento del Chocó, Quibdó, atraviesa una crisis humanitaria por la propagación de la violencia, que ha puesto en jaque a su población, en especial a los jóvenes, quienes viven bajo la constante amenaza de los grupos armados que se disputan el control de la ciudad.

Luego de que Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, denunciara la intención del Clan del Golfo de apoderarse de la ciudad, el alcalde Rafael Andrés Bolaños hizo un llamado desesperado al Gobierno nacional. Las cifras de homicidios son alarmantes: entre 110 y 117 asesinatos, la mayoría de ellos jóvenes que fueron víctimas por negarse a ser reclutados o por encontrarse en medio del conflicto entre los grupos criminales.

El panorama es desolador. Los enfrentamientos entre bandas como Los Zeta, Los Locos Yan, el ELN y el Clan del Golfo han sumido a la ciudad en un caos donde el miedo y la zozobra gobiernan las calles. La extorsión, el microtráfico y las amenazas son el pan de cada día para los habitantes de Quibdó.

El alcalde del municipio Rafael Andrés Bolaños ha enfatizado que, aunque la fuerza pública está presente y se hacen esfuerzos desde la administración local, esto no es suficiente para contener la magnitud del problema.

Los jóvenes de Quibdó, quienes representan el futuro del Chocó, están siendo asesinados en medio de una guerra que no eligieron. Aquí algunos casos: Barrio San Vicente: Una joven asecinada y 9 personas heridas con arma de fuego. Barrio Kennedy: tres personas dos personas asesinadas y un docente músico gravemente herido y posteriormente muere. Barrio Casa blanca, zona norte, Joven estudiante de ingeniería civil, próximo a graduarse de la Universidad Tecnológica del Chocó. Barrio San Vicente: Joven joseph Sánchez, líder juvenil y artista.

En las últimas horas se conoció la noticia del asesinato de Sebastián Moreno en el barrio Medardo por balas de arma de fuego.

Quibdó necesita urgentemente la coordinación de todas las instituciones y su oferta de programas sociales para resolver temas como educación, empleo y oportunidades para sus jóvenes, quienes están siendo atraídos u obligados a pertenecer a grupos armados.

La política de Paz Total del Gobierno nacional ha sido persistente en la necesidad de sacar a la población de la mitad del, fuego. Agotar el dialogo es imprescindible para avanzar alcanzar la tranquilidad en los territorios.