El pasado 11 de octubre las víctimas, familiares y sobrevivientes del genocidio cometido contra la Unión Patriótica se llevaron una inmensa decepción cuando, alegando problemas de salud, el presidente Gustavo Petro no se hizo presente en la plaza de Bolívar para cumplir con el mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de pedir perdón, en nombre del Estado colombiano, por este genocidio. El 30 de enero de 2023, tras una década de litigio, primero ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y luego en la Corte, el Estado colombiano fue condenado por su responsabilidad internacional por el exterminio que por razones políticas y con el fin de eliminar al grupo, se perpetró contra la Unión Patriótica, el movimiento político surgido en 1985 para afianzar el Acuerdo de Tregua, Cese al Fuego y Paz firmado con las FARC-EP, y para brindarle al pueblo colombiano una opción política distinta al bipartidismo. Pero la Unión Patriótica fue sometida a un criminal plan de exterminio masivo, sistemático y prolongado. Ante la manifiesta impunidad, y complicidad oficial existente en Colombia, Aida Abella, como presidenta de la UP, y Jahel Quiroga, en nombre de la Corporación para los Derechos Humanos Reiniciar, acudieron a la Comisión Interamericana en busca de Verdad, Justicia y reparación.

La Corte Interamericana sentenció al Estado colombiano a una serie de medidas reparadoras, simbólicas y materiales, a continuar con la búsqueda de los y las militantes de la UP dadas por desaparecidas de manera forzosa, a garantizar mecanismos de verdad y de justicia y a garantías de no repetición. En cumplimiento de estas medidas de la Corte fue que el presidente asumiría la responsabilidad señalada y le pediría perdón a las víctimas, familiares y sobrevivientes en el acto previsto en la plaza de Bolívar el 11 de octubre, y que fuera suspendido por la ausencia por enfermedad del presidente. En la plaza se anunció que por respeto a las víctimas el acto se suspendía y se buscaría una nueva fecha para su realización. Pero este no era el primer tropiezo en la implementación de la sentencia. De hecho, desde antes del 11 de octubre, la Corporación Reiniciar ha mantenido una constante campaña en las redes sociales solicitándole al presidente Petro que es urgente iniciar el proceso reparador.

Se esperaba que este mismo año se realizara el acto solemne, con la presencia garantizada del presidente Gustavo Petro. Pero todo indica que ya no será así.

La Corporación Reiniciar ha comunicado que le ha solicitado al Ministerio de Justicia el cambio de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE) como autoridad de interlocución y enlace para la implementación de la sentencia del caso Unión Patriótica. Considera la Corporación que su desempeño no ha sido adecuado para el cumplimiento del mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Denuncia Reiniciar que existe falta de comunicación y diálogo efectivo entre los representantes de las víctimas y las instituciones encargadas del cumplimiento de la sentencia, la Agencia ha interpretado que la representación común de las víctimas es un escenario de mayorías simples, desconociendo la realidad concreta del universo de víctimas y la historia del proceso mismo.

Igualmente Reiniciar ha expresado su inconformidad con el nivel de interlocución que la ANDJE ha facilitado con entidades como el Ministerio de Salud, la Fiscalía General de la Nación y la Unidad Nacional de Protección; pues el bajo nivel de representación limita las posibilidades de tomar decisiones y avanzar en el cumplimiento de las medidas de reparación. La Corporación Reiniciar le ha propuesto al gobierno colombiano devolver la interlocución al Ministerio de Relaciones Exteriores, que en anteriores casos ha demostrado responsabilidad y experiencia para facilitar el cumplimiento de las decisiones del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y de otros organismos internacionales.

Algunas víctimas consultadas por este medio han expresado que tienen confianza en que el presidente Gustavo Petro atenderá positivamente los justos reclamos de Reiniciar, aunque no dejan de sentir cierta desesperanza por la larga demora para que se haga justicia por un genocidio que el mismo presidente ha calificado como una afrenta a la democracia colombiana.

Jaime Cedano Roldán

Bogotá, octubre 31 de 2024