Interesante debate de control político en la comisión segunda del Senado
Jaime Cedano Roldán
Bogotá, septiembre 3 de 2024
En el debate de control político sobre el tema de la paz realizado en la Comisión Segunda del Senado hubo algunas afirmaciones, especialmente del Senador Iván Cepeda, integrante de la Comisión negociadora del gobierno, y de Otty Patiño, Alto Comisionado de paz.
El Senador Cepeda señaló que todos los procesos de paz han sido valiosos, y que aún en medio de las profundas diferencias este hecho debe reconocerse, lo mismo que el convencimiento de que la paz es el camino. Como quiera que en el debate se expresó que la guerra y la violencia reflejan la ausencia del Estado, se añadió que el problema de fondo es la estructura económica de los territorios, que requiere una transformación radical, y que poco se avanza si los acuerdos de paz solo se quedan en los documentos, pero no contribuyen a la transformación democrática del territorio y su inserción a la gobernabilidad y desarrollo de todo el país.
Las lecturas tendenciosas de las encuestas que suelen hacer ciertos opositores y los enemigos de la paz, no deben llevar a la afirmación de que el país no está de acuerdo con los diálogos de paz. Hay cansancio y desconfianzas, es cierto, pero la gente no pierde la esperanza en la paz, especialmente en la Colombia profunda, golpeada históricamente por las guerras y violencias, frente a las cuales no hay otra posibilidad que el dialogo, y no solo entre el gobierno y los grupos armados ilegales. El primer dialogo tiene que ser en la sociedad colombiana, los partidos, gremios y movimientos sociales.
No es cierto que el presidente Gustavo Petro haya sido exageradamente generoso con los grupos armados, especialmente con el ELN, y mucho menos el infundio de que el gobierno le otorgó licencia al ELLN para reclutar menores
A pesar de las dificultades, e incluso de las violaciones, los acuerdos de ceses al fuego son positivos. Durante los meses de cese al fuego pactado hubo cero atentados contra la estructura petrolera y en solo mes sin el cese se han presentado 11 atentados y 19 muertos entre militares, policías y guerrilleros. Igualmente, en el debate se demostró que la guerrilla no creció ni se extendió durante los meses de cese al fuego, como si lo hizo durante el gobierno de Iván Duque en el que no hubo ningún cese al fuego.
Invitar a que las fuerzas políticas participen en los diálogos
El Alto comisionado señaló que en Colombia estrictamente hablando no hay un conflicto armado sino una suma de violencias entrecruzadas, algunas con ciertos aspectos políticos. Compartió la idea de la ausencia de Estado, pero señalando que también hay un modelo súper capitalista donde las economías ilegales se enlazan con el capitalismo. Ante la ausencia de estado las regiones olvidadas construyen su propio Estado y cuando llegan las economías ilegales asumen ese papel.
El frente comunero entendió que lo importante era el mandato popular que es el soberano, que realza el valor de lo pequeño, de lo concreto, de lo territorial.
En palabras del Alto comisionado hay una crisis enorme en el proceso de negociaciones con el ELN, a quien le corresponde encontrar una salida. El gobierno está dispuesto, siempre y cuando entienda que la salida no se consigue volando oleoductos.
Afianzar la paz en los territorios es la clave, pero en plena armonía con las políticas nacionales y resolviendo un tema que la reforma constitucional de 1991 no puedo resolver, el de un nuevo ordenamiento territorial que rompa el excesivo centralismo del régimen político colombiano.
Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación recalcó que el logro de la paz tiene futuro si se le dota de una visión integral y se incorpora a ellas a las víctimas y se avanza en su feminización.
La próxima semana la Comisión seguirá el debate. Quedaron dos grandes preocupaciones. El inicio de los planes del Clan del golfo de tomarse a sangre y fuego Quibdó, capital del departamento de Chocó, y el convencimiento de que, en esta etapa de guerras y violencias entrecruzadas, son jóvenes los victimarios materiales, y jóvenes también las víctimas.
El único camino, ha quedado claro, es el de la paz.