PRENSA_ UP El Gobierno colombiano anunció su incorporación a los servicios del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), conocido como el Banco de los BRICS, tras una solicitud formal realizada durante su reciente visita a Shangháipor el presidente Petro, sede de la institución. Este paso representa una estrategia clave para diversificar las fuentes de financiamiento y reducir la dependencia de organismos tradicionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, cuyos créditos suelen venir con altas exigencias fiscales que limitan el margen de crecimiento económico del país.
El NDB, fundado en 2014 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ofrece una alternativa financiera más flexible, enfocada en proyectos de infraestructura, desarrollo sostenible y energía limpia. A diferencia de los préstamos convencionales, que suelen condicionar políticas económicas internas y destinar una parte significativa del PIB al pago de deuda, este banco promueve el uso de monedas locales y prioriza inversiones estratégicas sin imponer ajustes estructurales restrictivos.
China, como principal socio y mayor aportante del NDB, ha impulsado un modelo de cooperación basado en el beneficio mutuo, permitiendo a los países acceder a recursos sin las cargas tradicionales asociadas a la deuda externa. Esto abre nuevas oportunidades para Colombia en sectores clave como transporte, energías renovables y conectividad rural, sin comprometer su capacidad de inversión pública en otros ámbitos prioritarios.
La multipolaridad financiera que representa el NDB ofrece a Colombia la posibilidad de equilibrar su acceso a créditos, evitando la dependencia exclusiva de instituciones dominadas por economías occidentales. Mientras el FMI y el Banco Mundial exigen reformas fiscales y recortes presupuestarios que pueden frenar el crecimiento, el banco de los BRICS proporciona un esquema más adaptable a las necesidades reales de desarrollo del país.
Este acercamiento refleja una visión pragmática de la política económica colombiana, que busca maximizar opciones de financiamiento en un escenario global cambiante. Al integrarse al NDB, el país no solo gana acceso a nuevos recursos, sino que también fortalece su posición en bloques económicos emergentes, diversificando riesgos y ampliando su margen de maniobra fiscal.
El siguiente paso será definir los proyectos específicos que se financiarán con estos recursos, priorizando aquellos que impulsen la productividad y la transición energética sin generar sobreendeudamiento. Con esta decisión, Colombia avanza hacia un modelo de desarrollo más autónomo, donde la deuda deje de ser un lastre y se convierta en una herramienta real de progreso.